Salud Mental-Alzheimer-Cuidar tu Cerebro (Parte 2)
Las células
de nuestro cuerpo están expuestas el oxigeno todo el día, algo importante para
la salud pero que, también causa oxidación: una alteración de las substancias químicas
corporales que se alteran, convirtiéndose en lo que se conoce como radicales
libres. La exposición a factores ambientales tales como el sol, humo de
cigarrillo, alcohol y la polución también crea radicales libres, dice el sitio
de información medica: www.familydoctor.org .
Con el tiempo,
los radicales libres pueden desencadenar una reacción en el organismo que daña
substancias químicas importantes, el ADN y algunas partes de las células. Los científicos
creen que además, pueden contribuir al proceso de envejecimiento y al
desarrollo de enfermedades cardiacas, cáncer y diabetes. Algunos aseguran que
la enfermedad de Alzheimer también se vincularía con la acción de los radicales
libres.
¿Qué puede
detener el trabajo voraz de estos enemigos de la salud? Los antioxidantes,
presentes en la naturaleza en forma de beta carotenos, luteína, licopeno,
selenio y las vitaminas A, C y E. Estas se encuentran en muchos alimentos,
especialmente en las frutas y los vegetales, las nueces, los granos, algunas
carnes, frutas y pescados. Gray Wenk señala que “los químicos que dan a las frutas su color son, exactamente, aquello
que necesitamos para protegernos del oxigeno”.
Como es
posible advertir, los alimentos que con más frecuencia ponemos en nuestros
platos (harinas refinadas, azúcar, grasas) y las cantidades en las que
habitualmente los ingerimos son los que mas van a contribuir con la vida larga
y saludable de nuestro cerebro. Para sacar el máximo provecho de los
antioxidantes y curarnos en salud, Wenk sugiere hacer un cambio drástico en la
alimentación, y empezar a comer pensando en nuestro cerebro. Su sistema
incluye:
Ø
Hacer
una sola gran comida al día: el desayuno, que debería incluir alimentos como
avena, pan de centeno, un pomelo o un jugo de naranja, yogur descremado,
huevos, café o té. Debe proveer, también, la energía que el cerebro requiere
después de 8 horas de ayuno y la necesaria para mantenernos en buena forma el
resto del día.
Ø
Entre
el desayuno y el almuerzo, cada hora, un pequeño snack saludable: frutas o
nueces.
Ø
El
almuerzo debe ser bajo en grasas y colorido: una ensalada de pollo o verduras
al vapor.
Ø
Durante
la tarde, mas colaciones pequeñas y sanas.
Ø
Una
cena frugal, rica en ácidos Omega 3, como salmón, nueces o kiwis.
La clave de
la propuesta de Wenk es la moderación: comer en su justa medida y hacer
ejercicio con regularidad, por ejemplo, haciendo alguna actividad aeróbica dos
veces por semana y sumando de dos a tres caminatas semanales de 20 minutos.
Incluso sugiere que es posible darle lugar a nuestros pequeños vicios: una copa
de vino o una barra de chocolate son bienvenidas.
En estudios
realizados sobre personas mayores que estaban sanas mental y físicamente, se
descubrió que su estilo de vida estaba basado en la moderación: no seguían
dietas estrictas, no se mataban haciendo ejercicio, pero si eran cuidadosos y
metódicos. Axial, esta forma de vivir y de alimentarte es la que salvara tu
cerebro.
Fuente: Revista Psicología positiva.
Mucha Luz.
Primera Parte
Fuente: Revista Psicología positiva.
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