Liberate de los pensamientos que te obsesionan (conclusión)
Aprende a elegir tus pensamientos
Si sentís
que tus ideas dan vueltas en tu cabeza como una calesita sin fin, reprográmate
y busca el modo de escapar de la trampa. “no
siempre lo que pensamos es bueno para nosotros; tenemos muchas formas de pensar
que nos hacen daño y que, a pesar del resultado negativo al que nos conducen,
no encontramos la manera de modificarlas. Esto nos sucede porque el pensamiento
no funciona aislado de las emociones y son estas las que rigen gran parte de
nuestras conductas”.
Hay ocasiones en las que sentimos: tan grande es el poder que encierran
que llegan a tener un impacto tremendamente negativo en nuestro ánimo, en
nuestra conducta, en nuestras evaluaciones que hagamos acerca de nosotros
mismos, en suma: en nuestra vida
El primer
paso para pensar adecuadamente, dice Celia Antonini, es aprender a detectar
algunas trampas que inmovilizan. Las más frecuentes son:
Ø
El peso de los absolutos. Es pensar las cosas en términos de “todo” o
“nada” es engañoso y su utilización provoca interpretaciones y emociones
desmedidas.
Ø
Filtro negativo. Tamizar la información positiva y
quedarse solo con lo negativo.
Ø
Exagerar. Magnificar los problemas que
tenemos reduce nuestra habilidad de lidiar con las situaciones que nos toca
vivir.
Ø
El error del adivino. Esperar que las cosas salgan mal
sin tener pruebas de ello.
Ø
¿Cómo
entrenar a nuestra mente para liberarla de estas trabas y convertirnos,
efectivamente, en amos de nuestros pensamientos? Antonini sugiere:
Ø
Revisar los patrones de pensamiento
que hemos establecido a lo largo de los años: diferenciar los que nos permiten sortear
obstáculos de los que nos llevan al malestar. Se pueden cambiar los mecanismos
negativos por otros positivos.
Ø
Prestar atención a lo que estamos
pensando y acostumbrarnos a dirigir nuestros razonamientos. Hacer foco nos ayudará a no caer en
circuitos negativos y poco conducentes. Podemos decirnos “basta” en cuanto descubrimos
que estamos a punto de entrar en la “zona roja” de los pensamientos oscuros.
Ø
Gracias a la plasticidad del
cerebro, cuando creamos nuevos circuitos de pensamiento, estos se fortalecen y
se van desarticulando los antiguos. Esto requiere tiempo, pero con práctica,
sucede.
Ø
Estar atento a las propias
emociones:
pensamiento y emoción se activan mutuamente. Una reflexión puede generar una emoción
y una emoción, asociarse a ciertos pensamientos. Hay que desarticular los
circuitos de pensamientos y emociones que nos hacen sentir mal.
Si bien es
un autentico desafío, se puede terminar con la tiranía de los pensamientos
dañinos. Solo hay que tener valor para dar el primer paso y atreverse a hacer
un cambio.
Recuperá el control de aumente
Podemos
cambiar, sumando estrategias que fortalezcan nuestro nuevo modo de afrontar los
problemas, sin rumiar en silencio y poniéndonos en acción. No sucederá de un
día para otro, pero es viable: a medida que descubrimos como se desata esa
forma complicada de reflexionar recurrente y obsesiva, se puede ir poniendo
coto a este estilo mental agotador.
¿Cómo
empezar la transformación? La próxima vez que te enfrentes a un problema, en
lugar de dar rienda suelta a la preocupación y a la ansiedad sin límites y,
sobre todo, al pensamiento rumiante, aplica algunas de estas estrategias:
Ø
Simplificá. No agrandes las cosas, muchas veces
no son tan complicadas como parece. En ocasiones, el cansancio o el mal humor
nos hacen ver una situación peor de los que realmente es.
Ø
Enfocalo con realismo. No dejes que tus miedos
distorsionen el problema; esforzate por interpretar las situaciones de la
manera mas realista posible.
Ø
No te compares con otras personas. Vos tenes tus propios recursos para
salir adelante y sabrás utilizarlos.
Ø
No esperes a que te rescaten. Hay quienes se quejan,
interminablemente esperando que otros se ocupen de sus problemas. ¡Tomá las
riendas de tu vida y aprende a asumir tus propias decisiones!
Ø
Da el primer paso. Cuando el pensamiento circular te
atrapa, te paraliza. Por eso, a veces, para quebrar este habito, basta con que
des un pequeño paso hacia la solución del problema. Hacerlo te animara a
seguir.
Ø
Intenta lo evidente. No te desesperes por encontrar
siempre una solución brillante a todo. A veces, lo que esta ante nuestros ojos,
puede ser una salida diferente pero eficaz.
Ø
Baja tus expectativas si la solución
no depende de vos.
Hay conflictos que nos afectan pero cuya resolución no esta a nuestro alcance.
No te tensiones inútil ni realmente, no podes hacer algo para cambiar las
cosas.
Ø
Tratate con cariño. ¡no te presiones para hacer todo
perfecto! A veces, dándote tiempo para vos mismo, haciendo tu vida más simple y
saludable descubrirás que la solución a tus problemas aparece sin esfuerzo,
justo cuando no te lo esperabas.
Mucha Luz
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